Por Manuel Arboccó de los Heros
Psicólogo, escritor y divulgador
A continuación cinco episodios –alrededor de Freud- en la vida de grandes psiquiatras: Wilhelm Stekel, Alfred Adler, Ludwig Binswanger, Carl Jung y Frederick Perls.
1. Freud vs Wilhelm Stekel
Le describía asimismo como "mentiroso", un "individuo imposible de educar" y un "cerdo"; "ese cerdo de Stekel", tal como escribió despectivamente en una carta dirigida a Ernest Jones. Además de insultar a Stekel, diciendo que era repulsivo y sucio, Freud parecía sentirse interiormente obligado a reducirlo a un ser insignificante y pequeño. En cierta ocasión le describió como teniendo "el tamaño de un guisante". En otra ocasión, Freud reaccionó con aspereza a la fanfarronada poco modesta por parte de Stekel de que, a veces, un enano sobre los hombros de un gigante podía ver más lejos que el propio gigante. "Puede que sea cierto". comentó Freud amargamente, "pero un piojo en la cabeza de un astrónomo no ve nada en absoluto" (Webster, 2002, págs. 352-353)
2. Freud y su rivalidad con Alfred Adler
Freud se congratuló entonces del éxito obtenido por la estrategia seguida. “Bastante cansado después de la batalla y la victoria”, escribía a Jung, “por la presente te comunico que ayer obligué a todo el grupo de Adler (seis de ellos) a dimitir de la Sociedad. Fui severo, pero no creo haber sido injusto”. Sin embargo, aún después de la victoria, la hostilidad de Freud hacia Adler no conocería ni tregua ni cuartel. En 1914 escribía a Lou Andreas-Salomé aludiendo a la “específica ponzoñosidad” de Adler, a quien describía aún como un “individuo repulsivo”. (Webster, 2002, pág. 352)
3. Bisnwanger y su recuerdo de Freud
Teniendo 26 años un joven Ludwig Binswanger acompañó a su maestro Jung y a la esposa de éste durante una visita realizada a Freud en marzo de 1907, y lo recuerda así:
El día de nuestro arribo Freud nos preguntó acerca de nuestros sueños. Ya no recuerdo el sueño de Jung, pero sí conservo en la memoria la interpretación que le dio Freud. De acuerdo con ella, Jung quería destronarlo y ocupar su lugar. Yo había soñado con la puerta de entrada a su casa que se encontraba en esos momentos en reparación; y con las farolas que debido a los trabajos que se efectuaban se encontraban en estado algo precario. La interpretación de Freud –que no me pareció muy convincente, pero que él pudo recordar treinta años más tarde, cuando lo visité con motivo de su octogésimo aniversario- fue que el sueño contenía mi deseo de contraer matrimonio con la mayor de sus hijas (Matilde Freud, 1887-1978) pero al mismo tiempo el rechazo, pues el sueño significaba –recuerdo literalmente la interpretación- “en una casa en la cual hay farolas tan descuidadas no me caso” (León, 2010, p. 157)
4. Un episodio con Carl Jung:
Todavía puedo recordar vívidamente cómo Freud me dijo: “Mi querido Jung, prométame que nunca abandonará la teoría sexual. Es lo más esencial. Mire, debe hacer un dogma de ella, un baluarte indestructible”. Me lo dijo con una gran emoción, en tono paternal. (Webster, 2002, pág. 305).
5. Perls y su penosa experiencia con Freud
Pedí una entrevista y fui recibido por una mujer de cierta edad (creo que era su hermana), quien me hizo esperar. Luego la puerta se abrió y ahpi estaba ante mis ojos. Me pareció extraño que no abandonase el marco de la puerta, pero en aquel entonces no sabía nada acerca de sus fobias. “Vine de Sudáfrica para presentar un trabajo (en el Congreso de Psicoanálisis de 1936) y para verlo a usted”, dije. “Bueno, y cuándo se va de regreso” fue su respuesta. No recuerdo el resto de la conversación que a lo más duró cuatro minutos. Estaba choqueado y desilusionado. (Perls, 1987, p. 56)
Referencias:
- León, R. (2010). La Literatura Psicológica del Siglo XX. Perú: Fondo Efitorial de la Universidad Ricardo Palma.
- Perls, F. (1987). Dentro y fuera del tarro de la basura. Santiago de Chile: Editorial Cuatro Vientos.
- Richard Webster (2002). Por qué Freud estaba equivocado. Pecado, ciencia y psicoanálisis. Argentina: Ediciones Destino.
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