top of page
Foto del escritorManuel Arboccó de los Heros

EL DR. FRANKL, LOS VALORES Y EL SENTIDO

Por Manuel Arboccó de los Heros

Psicólogo, articulista y profesor universitario


Un par de clásicas preguntas que se nos suele hacer a quienes hablamos sobre el sentido de la vida es ¿qué sentido tiene la vida? o -de aceptar que la tiene- ¿cómo encontrar dicho sentido? ¿por dónde ir?

Una aplicación terapéutica del Análisis Existencial, la brindó el Dr. Víctor Emil Frankl (1905-1997), creador de la Logoterapia o terapia a través del sentido (de Logos, sentido). Y la respuesta que ensayó Frankl aparece en sus largas publicaciones. Y es que además de su célebre obra “El hombre en busca de sentido” (que primero se tituló Un psicólogo en un campo de concentración) escribió “Psicoterapia y existencialismo”, “Ante el vacío existencial” y “Teoría y terapia de la neurosis”, entre otras.

Podemos hallar nuestro sentido vital recurriendo a tres vías o caminos, él los llama valores, pero no en el sentido de los clásicos valores morales que nos enseñan desde muy pequeños, ejemplo: responsabilidad, disciplina, honestidad; sino entendiendo valores como todo aquello valioso para nosotros, todo aquello que presenta una gran estimación e importancia para las personas.


Imagen tomada de:




La primera de esas vías, él la llama valores de creación. Trata sobre todo aquello que podemos entregar al mundo, ofrecer a los demás, por ejemplo, nuestro trabajo, nuestro arte, nuestro talento. Ejemplo, yo ofrezco al mundo mi poesía, mi trabajo como mecánico o como enfermera, mi música o mi artesanía, mi canto o mis conocimientos como docente. En pocas palabras, puedo encontrar algo de sentido cuando tengo claro que puedo hacer, que puedo brindar y me gusta eso que hago, aquello a lo que me dedico. La segunda forma es a través de lo que denominó valores de experiencia, todo aquello que el mundo tiene para ofrecerme, para regalarme. Para eso se requiere estar atento a lo que la vida me depara, por ejemplo, un buen concierto, un buen libro, los graciosos chistes de un gran cómico, un buen partido de fútbol, un hermoso paisaje, las calles de una bella ciudad a la que llego en un viaje turístico, el calor familiar, el amor de una bella dama, la alegría y complicidad de los amigos. Todo lo que los demás pueden compartir conmigo, eso genera bienestar, placer, regocijo. Y la tercera manera, es lo que Frankl bautiza como los valores de actitud, y señala que son los más elevados y más difíciles que los otros dos por cuanto son propiamente la decisión e inclinación afectiva con que nos vamos a enfrentar a aquellas situaciones difíciles que la vida nos deparará, como una enfermedad difícil, una tragedia, una crisis financiera, la muerte del ser querido. La actitud es la manera cómo vamos a decidir enfrentar esa temporada dolorosa que la vida pueda nos ponga delante. El dolor, del cual existencialmente no podemos escapar, deberá ser enfrentado con valentía, fortaleza, aceptación y por qué no, estoicismo.


Tres maneras que, sin querer sonar a recetario de cocina, pueden servirnos para afrontar la vida con algo más de apertura, esfuerzo, bienestar y temple.

320 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

LA COMARCA

コメント


bottom of page