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Foto del escritorManuel Arboccó de los Heros

EL ÉXITO EN EL DEPORTE

Por Manuel Arboccó de los Heros

Psicólogo, profesor universitario


Tener éxito en el mundo deportivo de élite es un asunto serio. El deportista no es solo una persona con un biotipo importante sino también debe contar con una buena preparación mental. Daremos algunos ejemplos: no es lo mismo competir en una disciplina individual como el tenis o la natación que practicar un deporte colectivo como el fútbol o el vóley. No da lo mismo jugar en tu país que competir en el extranjero y muchas veces con un público adverso. No se siente igual ser visto por algunos miles de espectadores que ser observado por millones de personas, como en el caso de las olimpíadas o los campeonatos mundiales de fútbol. No, no es lo mismo. Las piernas, los brazos y la cabeza no funcionan igual. A veces no obedecen. En otras, sentimientos de celos, rivalidades o peleas internas pueden echar por la borda todo lo trabajado en meses. Hay experiencias narradas de pánico, insomnio las noches previas al match, de problemas estomacales y de mucha ansiedad.


¿Por qué a veces tenemos algunos triunfos en deporte (tabla, atletismo, ajedrez) y otras veces somos el hazmerreír en los torneos internacionales? Trataremos de dar algunas pistas para responder a esta pregunta. Para ganar, una persona debe saberse bueno, creerse competente, tener un sentido elevado de autoeficacia y estar al tope de motivación. Pero hay momentos donde ciertos deportistas son embargados por pensamientos de derrota, de no estar a la altura, de ser inferiores al rival. ¿Cómo y cuándo surge esto? En la buena infancia se adquiere la confianza, el sentido de competitividad, la capacidad de esfuerzo y la voluntad de luchar, entre otras características. Muchos de nuestros deportistas llegan a selecciones mayores arrastrando serias carencias –no solo en el biotipo- sino en la mente. Muchos vienen de ambientes pobres en lo material, lo afectivo, lo cognitivo y hasta lo cívico. Por eso al asomar por el mundo del reconocimiento, el dinero y la fama, se desubican rápidamente y ese deportista que de pronto pudo tener un techo más alto, se desinfla como un globo, se cae para desaparecer lentamente.


Imagen tomada de:



Mientras no se trabaje bien desde menores y se tenga en cuenta que la preparación de un(a) deportista ganador(a) pasa por entrenar el cuerpo y la mente, mientras no se reconozca que la familia y el entorno de muchos chicos con potencial pueden ser el principal obstáculo, seguiremos teniendo estrellitas fugaces que se quedaron a medio camino, que luego se ven envueltos en escándalos mediáticos o que terminan su carrera en equipos menores y desapareciendo en el olvido. Y la prensa, también colabora con esto, endiosando y engañando a algunos, haciéndoles creer que son Pelé o Maradona.

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