La memoria a la luz de las investigaciones psicológicas
Por Manuel Arboccó de los Heros
Psicólogo y articulista
Existe una atinada sentencia del filósofo y poeta alemán Friedrich Nietzsche que dice así: “…Yo he hecho eso”, dice mi memoria. “Yo no puedo haber hecho eso”, dice mi orgullo, y permanece inflexible. Al final, la memoria cede. Esta cita nos recuerda el papel que las necesidades y los sentimientos tienen en la memoria del individuo. Si abiertamente se niega, se modifica o se disfraza un recuerdo esto no tendría por sí mismo más valor que el que puede tener una mentira o una impostación; pero si se trata de situaciones que inconscientemente influyen en la contaminación del recuerdo de una escena original, entonces la desconfianza con esos recuerdos debe tenerse presente.
Con esto queremos decir que no todo hecho o evento que se recuerde de una manera ha ocurrido necesariamente así. Inclusive, y ojo a esto, la investigación psicológica ha demostrado que podemos ‘recordar’ sucesos que nunca pasaron: fueron ‘implantados’ en nuestra cabeza mediante programación y sugestión mental.
Por otro lado, se ha dicho que el recuerdo opera como un hecho contemporáneo, esto significa que es en el presente –en el hoy– cuando volvemos a vivir la experiencia recordada, o la experiencia tal y como creemos que ocurrió. Hoy me siento triste, hoy es que me siento asustado (y no solo en esa época, cuando ocurrió el trauma).
Es válido desconfiar de nuestra propia memoria. Esto por el contacto con algunas investigaciones sobre la memoria en particular y el contenido mental en general, en las que se ha establecido aquello que Freud indicara casi un siglo antes: los recuerdos encubridores. En su ensayo El falso reconocimiento durante el psicoanálisis, mantiene su idea sobre la incredulidad para con la memoria: “Sabemos que este sentimiento de confianza en la fidelidad de la memoria carece de todo valor objetivo”.
La psicóloga estadounidense Elizabeth Loftus (1944 - ), estudiosa del tema señala que “experimentar un falso recuerdo nos puede ocurrir a cualquiera de nosotros porque los recuerdos son como reconstrucciones muy fáciles de distorsionar y muy maleables”. Christian Jarrett nos dice que el trabajo fundamental de Loftus “consistió en entrevistar a voluntarios sobre hechos ocurridos en su infancia (incidentes que los padres de esos voluntarios habían explicado previamente al equipo de investigación). Entre diversas experiencias infantiles auténticas, Loftus incluyó un incidente totalmente inventado en el que el participante se había perdido en un centro comercial. A lo largo de varias entrevistas, alrededor de un 24% de los participantes acabaron creyendo que ese hecho imaginario había ocurrido realmente, hasta el punto de que adornaron el relato con detalles extraídos de sus propios recuerdos” (p. 140).
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No siempre las cosas sucedieron tal y como nosotros lo creemos. La memoria tiene anomalías que pueden deberse tanto a factores netamente psicológicos como a componentes bioquímicos cerebrales, y ni hablar del deterioro orgánico que ocurre normalmente con el pasar de los años. Somos más imperfectos de lo que creemos y la memoria también esconde lo suyo. En la actualidad se ha comprobado que el desarrollo de la memoria es un proceso gradual: el registro, la retención y el recuerdo son menos eficientes antes del desarrollo del lenguaje. Nadie sabe a ciencia cierta con cuánta fidelidad recuerdan los niños de dos o tres años acontecimientos sucedidos en períodos anteriores, cuya memoria estaría condenada a desaparecer. De aquí que no deba sorprender a nadie que antes del desarrollo completo del lenguaje, los recuerdos no puedan ser retenidos adecuadamente.
Referencia:
Christian Jarrett (2013). 50 teorías psicológicas fascinantes y sugerentes. Barcelona: Editorial Blume.
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Por Manuel Arboccó de los Heros (Lima, 1974)
Psicólogo, escritor y profesor de Psicología.
Miembro de la Revista de Cultura y Humanidades LA HORMIGA
Blog de divulgación psicológica: Nos sobran las palabras
* Imagen de la recomendable película NÚMERO 23 (Dir. Joel Schumacher, 2007. EEUU).
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