Por Manuel Arboccó de los Heros
Psicólogo, articulista y profesor
Agrupar a muchísima gente y hablar de un perfil en torno a ellos, debemos reconocerlo, es arriesgado y hasta injusto. Cada persona es singular en algo al resto y en ese sentido, única. Sin embargo dentro de las ciencias sociales suele partirse de ciertas características comunes para llegar a un tipo. Es el caso de los llamados millennials; una generación de los que nacieron a mediados de los años ochenta (algunos la llaman generación Y).
Dicho lo anterior, veremos algunas de esas características con las que se les suele identificar, algunas serán positivas y otras no tanto, como ocurre con todo grupo humano Así que ni satanizarlos ni santificarlos. Veamos: se les reconoce como creativos, aventureros y arriesgados y muy centrados en sus metas personales, pero les cuesta establecerse, ya sea en un trabajo, en un departamento o en una relación pues si las cosas no salen como ellos esperan, se impacientan y aburren con facilidad. Es un grupo humano caracterizado por la hiperconexión, el buen manejo de la computadora y la búsqueda rápida de satisfacción. Llegaron a la adolescencia y juventud en pleno auge de la tecnología al alcance de mucha más gente, la comodidad y el consumismo.
A diferencia de otros, han crecido teniendo más opciones educativas que sus propios padres. Hoy, con la oferta del mercado, hay centros de estudio para todos los bolsillos, quizá por eso aquello de “chancar duro” y “quemarse las pestañas” para entrar a la Universidad es algo que a ello les parece poco real. Recordemos que desde hace unos años existen muchachos que estando aún en el colegio ya tienen su ingreso asegurado a alguna universidad privada del país.
No aceptan eso de sacrificarse demasiado por algo, más bien buscan caminos cortos y son muy prácticos, inclusive si eso lleva a algún reparo moral pueden inclinarse por la necesidad personal más que por algún imperativo ético.
A diferencia de las personas nacidas décadas atrás, les tocó llegar a la adultez viendo un modelo económico que les permitía adquirir aquellos productos, que para sus padres y abuelos eran imposibles de tener o al menos, resultado de mucho trabajo, ahorros y sacrificios. Ellos son la generación de la tarjeta de crédito al instante. Así, tienen “hábitos financieros” que los hacen interesantes para muchos bancos y negocios. Por lo general, viajan, gastan, se divierten y se endeudan más que sus padres o abuelos, éstos últimos siempre cautos, siempre temerosos y medidos.
Los millennials suelen centrarse en metas concretas y trabajan bien sobre todo a corto plazos. Son ágiles, prácticos y para nada burocráticos. Necesitan bastante la tecnología pues con ella estudian, trabajar, compran y hacen muchas cosas.
Finalmente, tienen fama de ser engreídos, escasamente tolerantes y poco autocríticos. Gustan de vivir el hoy y aprovechar las oportunidades que se les presentan al instante.
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