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Foto del escritorManuel Arboccó de los Heros

MARY AINSWORTH Y LA SITUACIÓN EXTRAÑA

por Manuel Arboccó de los Heros


Psicólogo clínico, docente universitario


John Bowlby (1907-1990) fue un famoso psicoanalista inglés, investigador del comportamiento infantil y pionero en los trabajos sobre el apego. Tras sus estudios con menores mal adaptados socialmente y su trabajo en una clínica infantil en Londres llega a lo que hoy se considera su principal aporte: la teoría del apego. El apego es el primer vínculo psíquico emocional que se establece entre el bebé y su cuidador(a), generalmente la madre. Este vínculo es intenso entre los dos y se manifiesta en la relación entre ambos, relación que le provee al bebé seguridad, protección y alivio.

Bowlby estaba interesado en encontrar como este primer vínculo genera manifestaciones posteriores en la esfera mental, comportamental y social del individuo. Prestó atención a la interacción familiar tanto en personas con un desarrollo sano como con un desarrollo con carencias y patologías. Inspiró a otros especialistas como Mary Ainsworth (1913-1999), quien diseño una famosa situación experimental (la situación extraña). Ella nos propuso tres tipos de apego claramente diferenciados: el apego seguro, el apego inseguro evitativo o evasivo y el apego inseguro ansioso-ambivalente.


Los niños con apego seguro tienden a ser personas más positivas, integradas y con perspectivas coherentes de sí mismos. Con las otras personas, tienden a ser más cálidos, estables y con relaciones íntimas satisfactorias. Además, se enferman menos, sanan más rápido, tienen iniciativa y exploran su medio.




Los niños con apego evitativo o evasivo tienen poca confianza en que serán ayudados, cierto miedo a la intimidad y prefieren mantenerse distanciados de los otros.

Por su parte, los niños y niñas con estilos de apego ansioso-ambivalente (o resistente), responden a la separación del otro (antes fue con el cuidador) con angustia intensa y mezclan comportamiento de unión con expresiones de protesta, fastidio y resistencia. Y su conducta social es de mucha cautela ante los demás.


Como conclusión, si de chicos no tenemos una aceptable experiencia de apego y unos cuidadores medianamente sanos y que nos acompañen exitosamente durante las primeras etapas, lo más probable es que seamos jóvenes con carencias anímicas e interpersonales. Los malos estilos de apego se han asociado con madres ausentes, madres indiferentes y frías, madres que maltratan a sus hijos (ya sea de manera física, verbal) y madres sobreprotectoras y ansiosas; junto a una familia disfuncional. Los estudios reflejan que los niños con apego seguro tienen madres afectuosas, estables emocionalmente, sensibles y responsables con sus hijos.


Imagen tomada de:


Este acápite ha sido desarrollado dentro de un trabajo más extenso sobre afecto y sexualidad. Puede encontrarse en la Revista Avances en Psicología (Arboccó, 2017).


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