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Foto del escritorManuel Arboccó de los Heros

LA INMORTALIDAD DE FREUD

Por Manuel Arboccó de los Heros

Psicólogo, ensayista y divulgador de temas psicológicos


“Freud es un hombre inclinado hacia las formulaciones absolutas y exclusivas; es como una necesidad física que, en mi opinión, le conduce a excesivas generalizaciones”

Joseph Breuer (citado en Leahey, 1998, p. 273)


Un 23 de setiembre de 1939 fallecía en Londres producto de las serias complicaciones de un cáncer avanzado el médico Sigmund Freud, dejando atrás una línea de pensamiento y trabajo clínico que se ha bifurcado enormemente por sus discípulos, y por los seguidores de esos discípulos, al punto que hoy se habla de un psicoanálisis freudiano y de otros análisis pues es evidente que ciertos aspectos socioculturales como intrapersonales han cambiado o se han complejizado desde las primeras décadas del siglo pasado.


El pensamiento sobre el ser humano, su frágil racionalidad y su inmensa irracionalidad, sus sentimientos, fantasías, deseos, perversiones, sublimaciones y acciones en general no fueron vistos de la misma manera desde que él empezara su trabajo no solo como psiquiatra sino como escritor y divulgador de la teoría psicoanalítica a la que él consideraba una nueva ciencia, el psicoanálisis, diferente de otros caminos como la psicología de la consciencia, la psiquiatría biologicista o la psicología del estímulo y la respuesta. El psicoanálisis, una disciplina que creara hacia fines del siglo XIX en Viena que luego lo fue convirtiendo a él mismo en –posiblemente- el psiquiatra más famoso, admirado, citado, cuestionado, vilipendiado y atacado del planeta.




Imagen de Freud, tomada de la web




Élizabeth Roudinesco en su gran obra Freud: en su tiempo y en el nuestro (Debate, 2015) señala: “Tras decenios de hagiografías, aborrecimientos, trabajos científicos, interpretaciones innovadoras y declaraciones abusivas, y luego de los múltiples retornos a sus textos que han salpicado la historia de la segunda mitad del siglo XX, nos cuesta mucho saber quién era verdaderamente Freud: a tal punto el exceso de comentarios, fantasías, leyendas y rumores han terminado por distorsionar lo que fue el destino paradójico de ese pensador en su tiempo y en el nuestro” (p. 12). Y esto lo relacionamos con una reciente serie en la plataforma Nétflix llamada Freud. Esta serie nos presenta a un personaje más hecho a imaginación de sus creadores (que parecen detractores) que al personaje histórico, y es que como bien dice Roudinesco líneas arriba, muchas leyendas, falsos datos y hasta calumnias ha recibido este psiquiatra por habernos acercado a nuestra mente más oscura y nuestro lado más irracional, ocurre pues que mirar dentro de nosotros suele ser muy chocante. El mismo Freud solía considerar que el hombre sufrió tres grandes golpes a su ego cuando tuvo que aceptar que las cosas no eran como creía; el primer encontronazo fue con Copérnico y la corrección de esa vieja idea de la Tierra como el centro del Universo; el segundo vendría con Darwin quien nos bajó de los cielos y nos ubicó en la madre naturaleza como inicio evolutivo y; el tercero, con el propio Freud, cuando nos avisó que era poco lo que conocíamos de nosotros y que nuestra parte racional y consciente era mínima. No nos conocíamos a nosotros mismos como pedía Sócrates (Arboccó de los Heros, 2019).


“La psicoterapia es eminentemente verbal” nos dice el psicólogo Ramón León; “Como creación humana y como forma sui generis del encuentro entre el yo y el , ella recurre a lo más humano del hombre, el lenguaje, con el propósito de ayudarlo a entenderse y a descifrar –aunque sea parcialmente- sus incógnitas existenciales” (2010, p. 110). Y esta “cura por la palabra” fue un método novedoso en el que Freud creía a pesar de las fuertes resistencias médicas que en su tiempo creían en la eugenesia y en la totalidad explicativa de las patologías por medio de razones genéticas y hereditarias, es decir biológicas.



Imagen de Fred, tomada de la web.



Nos dicen Tortosa y Civera en su texto sobre Historia de la Psicología (McGraw Hill, 2006) “En definitiva, no cabe sino hablar de Freud como una persona falible, contingente a contextos y deseos no siempre conscientes, por tanto capaz de incurrir en contradicciones, falsedades, errores y abusos; incluso, como tantos otros, aprovechó en beneficio propio muchas más ideas de otros de lo que fue capaz de reconocer, y en el tratamiento de sus pacientes… Pero no es menos cierto que fue capaz de articular un cuerpo de principios explicativos, definitorios del saber psicoanalítico, un conjunto ordenado y sistematizado de términos, conceptos y generalidades, abierto a cambios, y con una metódica suficientemente reglada para permitir un trabajo sistemático…” (p. 235).


Terminemos esta nota como quizá deberíamos haberla comenzado, escuchando al propio Freud: “Yo siempre he sentido como una gran injusticia que la gente rehúse considerar al psicoanálisis como cualquier otra ciencia. Este rechazo tiene su expresión en el surgimiento de las objeciones más obstinadas. Constantemente se le reprocha al psicoanálisis por sus insuficiencias y por ser incompleto, aunque sea claro que una ciencia basada en la observación no tiene otra alternativa que estudiar fragmentariamente sus hallazgos y resolver sus problemas paso a paso. Aún más, cuando me esforcé en darle a la función sexual el reconocimiento que durante tanto tiempo se le había desconocido, se acusó a la teoría psicoanalítica de pansexualismo. Y cuando puse énfasis en la hasta entonces desatendida importancia del rol jugado por las tempranas impresiones traumáticas en la niñez, se me dijo que el psicoanálisis estaba negando los factores constitucionales y hereditarios, lo que nunca soñé hacer. Es un caso de contradecir a cualquier precio y por cualquier método” (Autobiografía, 1924, p. 30).


Referencias:

Arboccó de los Heros, M. (27 de febrero del 2019). Gracias Dr. Freud. En el Blog Nos sobran las palabras. Disponible en: https://nossobranlaspalabras.wixsite.com/manuelarbocco/post/gracias-dr-freud


Freud, S. (1924). Autobiografía. Librodot.com. Disponible en: https://www.tuslibros.com/ebook/Autobiografia-de-Freud/pdf?dl&preview


Leahey, T.H. (1998). Historia de la Psicología. Principales corrientes en el pensamiento psicológico. España: Prentice Hall.


León, R. (2010). La literatura psicológica del siglo XX: Una mirada. Lima: Fondo Editorial de la Universidad Ricardo Palma.


Roudinesco, E. (2016). Freud: en su tiempo y en el nuestro. México: Debate.

Tortosa, F. y Civera, C. (2006). Historia de la Psicología. España: McGraw Hill.


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